En la actualidad se calcula que en torno a unos catorce millones de españoles sufren algún tipo de alergia, lo que supone un 30% de la población y se prevee que aumente en los próximos años debido a factores como la polución industrial, el exceso de aditivos alimentarios… o el cambio climático. En este sentido, […]
En la actualidad se calcula que en torno a unos catorce millones de españoles sufren algún tipo de alergia, lo que supone un 30% de la población y se prevee que aumente en los próximos años debido a factores como la polución industrial, el exceso de aditivos alimentarios… o el cambio climático.
En este sentido, varios establecimientos españoles han decidido apostar por un concepto que ya está firmemente establecido en el sector de restauración, el allergy friendly ofreciendo a sus huéspedes habitaciones aptas para alérgicos y una gastronomía que se adecúa a potenciales alergias o intolerancias alimentarias.
Este concepto, desconocido para la mayoría, consiste en ofrecer un servicio en que todo lo que rodea al alojamiento está cuidado al máximo detalle para acoger a huéspedes de todo tipo. Algunas medidas que han tomado los establecimientos son:
- Muebles, paredes y suelos tienen que poder lavarse con facilidad, evitando empapelados o pinturas rugosas o con grietas que ayudan a los ácaros a instalarse. Pocos muebles, pocos cuadros, sin plantas ni alfombras. Cortinas que se laven a menudo.
- Tanto la almohada como el colchón deberían ser de goma espuma, con funda de tela sintética transpirable, que debe lavarse con regularidad. Mantas, colchas y sábanas deberían ser de fibra o algodón, lavables también y conviene evitar lana y plumas. El colchón debe sacudirse, ventilarse y aspirarse con frecuencia.