CARACTERÍSTICAS DE LA RUTA

DIFICULTAD:
Media
DURACIÓN:
4 horas
DISTANCIA:
16 Km
CATEGORÍA:
A pie

PRESENTACIÓN

La ruta hace un recorrido circular por la costa de Oleiros, comenzando en el lugar de Mera, cerca de la laguna del mismo nombre. Desde este punto se llega a la Punta de Mera, donde se levantan unos interesantes faros. Al mismo tiempo se encuentra en esta zona la antigua casa de los fareros, transformada actualmente en un Centro de Recepción de Visitantes y en el Aula do Mar, que presenta los valores de la Costa de Dexo-Serantes, catalogada como Monumento Natural. El camino recorre parte de este espacio protegido destacando la fuerza y la belleza de sus acantilados. En las inmediaciones de O Seixo Branco aparecen una serie de furnas y bufadoiros (grietas) esculpidos por las aguas del mar en la roca. Desde la costa se puede observar una serie de hermosos islotes, entre los que destaca el de A Marola.

Desde O Seixo Branco se accede a los castros de Subiña, de Punta Roza y de Torrella, y a Santa María de Dexo, iglesia románica que data del siglo XII. Posteriormente se llega al Puerto de Lorbé, zona de producción acuícola donde no se deben dejar de degustar los típicos mejillones.

Y de Lorbé caminamos hasta Maianca, donde se pueden visitar la iglesia prerrománica y sus molinos. Tras esta parada se llega de nuevo a Mera, punto de partida y fin de la ruta.

Los barcos de menor calado que se dirigen a A Coruña cogen el canal de Punta Herminia y enfilan al puerto al alinear visualmente las luces de los dos faros de Mera. Estas dos torres de señales marítimas cumplen este año su centenario y siguen en funcionamiento, guiando a los marineros y evitándoles los peligros de las rocas, agujas y bajíos del fondo de la ría. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, anunció la pasada semana que entre sus proyectos para este 2017 está la edición de un libro conmemorativo de este aniversario de los faros, y que encargará a su ex concejal de Urbanismo, Daniel Romero, gran conocedor de su historia.

Los faros se construyeron en 1917 aunque sus luces se encendieron por primera vez un año después. Se levantaron al mismo tiempo que el faro de Oza, todos dentro de un proyecto dirigido por el ingeniero Salvador López Miño con el fin de facilitar la entrada al puerto coruñés y evitar los peligrosos bajos del banco Xacentes.

Aunque se les llama faros, son dos torres de enfilación que cumplen también la función de marcas de balizamiento. En sus inicios funcionarios con una lámpara de incandescencia para vapor de petróleo de la empresa Julius Pintsch (Berlín), pero en 1932 ya se instaló un sistema eléctrico que emite luz visible hasta ocho millas.

El denominado faro pequeno, el que está al borde del acantilado, mide once metros y emite luz blanca y roja. El que está situado más tierra adentro es el faro grande, de catorce metros y luz blanca. El más pequeño es el más visitado por sus impresionantes vistas de toda la bahía coruñesa. Son de estructura similar, octogonal y con terrazas en la cubierta decoradas con balaustrada de celosía y linternas poligonales.

Entre las dos torres se construyó una vivienda para el farero, de planta baja y forma de letra T. Muchos de sus fareros aún son recordados hoy en Oleiros porque también ejercían de maestros (lo que tenían prohibido) y muchos vecinos fueron a su escuela, de enseñanza más liberal que la de la época. En 1999 el Concello firmó con la Autoridad Portuaria un convenio para que le cediese gratis los faros y la casa del farero por cinco años prorrogables anualmente y en 2002 el Ejecutivo local ordenó rehabilitar la casa para centro de interpretación medioambiental del Monumento Costa de Dexo-Serantes. Hoy esta casa es centro de recepción de visitantes y Aula do Mar y el Ceida se encarga de las visitas guiadas. Dentro se pueden ver los antiguos focos del faro y reproducciones de bateas y de una furna.